La historia Marista comenzó el 2 de enero de 1817 en Francia, con el propósito de dar a conocer y amar a Jesucristo tanto a niños como a jóvenes, especialmente a los más necesitados. El artífice fue Marcelino Champagnat, un sacerdote francés que fundó la Congregación de Hermanos Maristas en un contexto histórico de pos Revolución Francesa. Antes del 6 de junio de 1840, fecha de su defunción, Champagnat había fundado varios colegios en distintos pueblos de Francia y enviado a Oceanía a más de una veintena de hermanos como misioneros. Luego de su deceso, la congregación continuó su tarea, llegando a tener en 1901, presencia marista en los cinco continentes.
La heterogeneidad cultural, las lenguas, las realidades sociales y políticas de los distintos países, han ido concretándose de distintos modos en estos más de 200 años de vida institucional. Sin embargo, ha permanecido lo fundamental del espíritu marista y que se concreta en cinco rasgos: la humildad, la presencia, el amor al trabajo, el espíritu de familia y al estilo de la Virgen María que definen nuestra identidad.
Luego de estos más de 200 años, seguimos evangelizando a través de la educación y atendiendo nuevos desafíos que viven nuestros niños, adolescentes y jóvenes en la actualidad, con el mismo fervor de nuestro padre fundador.
